viernes, 21 de diciembre de 2012


Claro es que el bichito es consumido por el amor no consumado. También que juega a hacerse el indiferente, mientras la luna que lo atrae, dispuestamente abierta, espera, pues sabe lo que tiene y tiene lo suyo y el bichito está perdido.




miércoles, 12 de diciembre de 2012

 



Sin venir a cuento, o relacionado de una manera que escapa a la obtusa inteligencia del narrador, en otra esquina de la mente del dibujante un balón rueda hacia la calle, al niño dueño del mismo se le paraliza el corazón, el conductor del viejo trasto desorbita los ojos y el pájaro semi doméstico que acompaña al niño y responde al nombre de Pi, 3 coma 1416, observa sin conectarse emocionalmente. Todas las fachadas miran indiferentes. ¿Terminará pinchado una cuadra adelante? ¿Sobrevivirá y seguirá viviendo su vida saltarina? No se sabe si habrá próximo capítulo.

Un recuerdo de infancia.




miércoles, 5 de diciembre de 2012




Y de pronto se sintió atravesado por el centro, una profunda punzada. Pensó que era el trabajo, las numerosas tablas con retazos de conversaciones transcritas, pero cuando observó con detenimiento el trinche, su colorida estructura y su ojo de cíclope, supo que era el amor. Entonces se dedicó a repasar y degustar su libreta secreta de cuidada caligrafía.

Realmente era el trabajo y el trinche debía ser perverso para reflejar el estado anímico del dibujante. Pero a la hora de la divagación del micropunta dentro del croquis del trinche, a la hora de la mano eligiendo de la caja de colores, fue adquiriendo otro carácter, peligroso pero casi deseable. Y entonces fue bonito que el difuso protagonista que ha ido surgiendo en estas notas resultara herido de amor.  




lunes, 26 de noviembre de 2012



Por mera oposición al sabor del polvo en la boca que dejó la anterior entrada, fue invocada la imagen del fresco patio embaldosado donde reina la fuente de la media luna y la estrella traída por inmigrantes hasta la ciudad que creció cerca de la desembocadura del río grande de la Magdalena en el mar caribe. La luna y la estrella que antes eran diosas y luego fueron atrapadas como símbolo de una religión monoteísta... Un patio que empezó a saber y oler a café negro con cardamomo, a pesar del calor, porque en la cabeza del dibujante todo está mezclado como en la vidriera insolente de los cambalaches. 

La fuente original está en el patio cubierto del ala antigua del Hotel Majestic de Barranquilla.



sábado, 17 de noviembre de 2012


Entretanto, en otra esquina de la mente del dibujante, donde también todo ocurre de manera simultánea, otra ciudad es sepultada lentamente por la arenas del desierto y sus habitantes tratan de asegurar la alegría de estar vivos erigiendo enormes tanques de almacenamiento de agua potable y manteniendo  impecablemente libre de arena el monumento de la flor carmesí. La grúa de su puerto se instala frente al desierto a la espera de un improbable cargamento. El poeta mira hacer al desierto asomado a la ventana.

Ni modo, siempre aparecen ciudades en la libreta. Esta fue surgiendo mientras era cada vez más evidente que el trancón en la vía al aeropuerto me iba a hacer perder el vuelo Lima-Bogotá. Mientras el tiempo corría más rápido que las ruedas, por la ventanilla del taxi empezaron a pasar a distancias variables, lentamente, los enormes tanques cubiertos de polvo. Después, desde la ventanilla del avión que logré abordar en el último minuto, vi este paisaje desde las alturas y tuve la certidumbre de que el polvo finalmente se comería toda la ciudad. 


sábado, 3 de noviembre de 2012


Quince días tardó en avanzar hasta un poco más de la mitad de la tarea que se propuso cuando se cansó de pescar sin pescar barracudas, misma cuya sola idea  le pintó la sonrisa en el rostro y lo desentendió de los demás asuntos. Una tarea poética. Se concentró en describir en detalle con palabras nunca antes juntas el aroma de la flor carnívora a cuyo cuidado venía entregado hace años sin haberse percatado. Un aroma cambiante según el ciclo de la luna. Se puso abeja y las ristras de palabras fueron consignadas en una libreta secreta, con la caligrafía cuidada de las palabras muy meditadas.

La flor carnívora es recurrente en mis libretas. En esta doble página apareció de nuevo y jaló de la nariz a la gran nariz, cuyo garabato es menos frecuente. Atrajo también a la abeja. Los asuntos que debí atender por estos días explican el tamaño del lapso entre esta entrada y la anterior, y dieron  el tiempo suficiente al personaje para avanzar en su tarea poética. 


jueves, 18 de octubre de 2012


Mientras recogía los aparejos de pesca, una sonrisa se dibujó en su rostro. Con la sonrisa puesta se paseó frente al jardín de las curiosas que quedaron con la mandíbula desencajada un instante y luego continuaron su bisbiseo interminable. 

Este matacho parecía no tener salvación, pero aparecieron los penachos. Las flores más bien sosas adquirieron un talante un poquito ridículo y dicharachero. Ahí mismo quedaron a la espera del paseo del comunicador-pescador para despellejarlo vivo ("otra vez esa amargura", "de decepción en decepción", "qué
mala cara tiene, por todos los dioses", etc.), pero su sonrisa invencible las desconcertó inicialmente y luego se convirtió en la jugosa fruta madura del chisme.



sábado, 13 de octubre de 2012


Por esta vía llegó a su mente un conocido relato de la tradición oral, repetido incansablemente en las charlas madre-hija, padre-hijo, docente-alumno, entre pares, etc., que narra el triste destino de la nave de los utopistas, devorados con todo y nave por el voraz principio de realidad. 

Primero apareció en la libreta el submarino explorador. Inmediatamente convocó la aplastante presencia del monstruo de dientes afilados. Presionados significativamente por el contexto de los matachos anteriores, estos dos personajes adquirieron los caracteres arriba señalados.


lunes, 8 de octubre de 2012


Entonces levantó la mirada hacia la columna del olvidado unicornio que desde las alturas ignora el deambular con la mirada a ras de piso de ciudadanas y ciudadanos, ajenos a su existencia, olvidados de su posibilidad. Sintió un poco ridícula su ilusión de pescar la barracuda más grande y ser reconocido por esto. Invocó al unicornio una señal. 
El unicornio hace frecuente aparición en mis libretas. Se estableció definitivamente como personaje cuando salió a pastar al lado de las flores en medio de tres castillos y un árbol en patines, paisaje que adorna el frontal de un teatrino que pinté para una niña que responde al aromático nombre de Mango. Tiene además versión de dulceabrigo rellena de mota. No la hice yo, la hizo la Mona.


miércoles, 3 de octubre de 2012


Y pasó volando y le dio tres vueltas una hoja suelta del diccionario de las palabras amadas que algún despechado había desguazado y dejado a merced del viento. La palabra "serendipia", además de hermosa le pareció muy oportuna. Anoté, sí, bien grande, la palabra cuando la encontré junto a su definición en un artículo sobre polinización cruzada. Pero el trazo era flaquito y no se correspondía con su hermosura. Así que la consentí bastante y fue engordando y poniéndose coqueta. Luego apareció el muro de piedra con el corazón oculto, la flor provocadora, el pasto, los tres soles buscadores y finalmente 5 nubecillas. 



lunes, 1 de octubre de 2012


También vio pasar este itinerante árbol sonriente, que le alegró la vida mientras esperaba sin mayores expectativas que picara alguna barracuda. Anteayer no más, sin motivo o tal vez motivado por la ausencia de alegría en mis paisajes interiores, apareció este orondo árbol feliz en la libreta, casi provocador.  


miércoles, 26 de septiembre de 2012



Mientras pescaba, dos cartas le salieron al azar al pescador. Primero el entresijo, luego el mirón. Dedujo que el consejo de la baraja era "mirar con el ombligo". En la libreta primero apareció la espiral, meses después el ojo pez. Los elementos en las esquinas convirtieron estos matachos en cartas de un tarot que está por hacer.


lunes, 24 de septiembre de 2012


Mientras tanto, en otra esquina de la mente del dibujante, alguien lanza un anzuelo con gorda lombriz para pescar barracudas. En el agua, como un improbable cubo de hielo, flota una de las versiones posibles del diagrama de la comunicación humana. Primero fue el diagrama en la libreta. Mientras me pasaban por la cabeza imágenes de mi ya larga aunque no necesariamente exitosa carrera como comunicador, aparecieron primero las barracudas, luego el anzuelo, finalmente la masa de agua y por último la libélula.  




viernes, 21 de septiembre de 2012


Una ciudad a cuyas playas, que también las tiene (no son meros acantilados), ha llegado esta botella con una carta del temible don Tsunami. La aparición de este matacho me resulta nítida. Pensaba yo en una serie radiofónica dramatizada para contarle a la gente del pacífico colombiano por qué ocurren los tsunamis y qué hacer para salvar la vida en caso de que se asome uno por nuestras playas. Hice la serie, pero no utilicé el recurso narrativo de las cartas embotelladas del temible don tsunami, quedó el matacho. 


viernes, 14 de septiembre de 2012


Y una mujer es habitada por los peces en los que se convirtieron los besos de su amante cuyas cosquillas la hacen sonreír enigmáticamente como a la Monalisa. 



Y este niño es acechado de mala manera por un instrumento que debería quedarse sosteniendo pantalones en su sitio. El niño hizo su aparición un día que no puedo precisar, raro él, extasiado ante la luciérnaga, y así pasó varios meses hasta que fui de amanuense a un evento sobre violencia en primera infancia y se lanzó sobre él la odiosa correa cascamal.


lunes, 10 de septiembre de 2012


Y otro hombre enamorado de súbito se dobla tras el rastro de la mujer de su vida que cruzó la esquina como una gata, tal como ocurre un cuento de Hemingway, y le jala el entresijo. Primero estuvo en la libreta la flor acompañada por la oscura luna. Luego vino la semejanza entre la flor doblada con los estambres por fuera y un hombre que se inclina al ver pasar una mujer que no conoce y sospecha que puede ser la mujer de su vida; entonces esa particular mujer cruzó la esquina en el fuera de campo.


viernes, 7 de septiembre de 2012


Donde un hombre exasperado masculla blasfemias después de tachar lo escrito.  En el principio hubo un listado funcional y desangelado en la pagina derecha y una anotación en rojo en la página izquierda. Luego apareció el globo que invocó al hablante, que salió gordito como un obispo lo que trajo aparejada la idea de dios y por supuesto la blasfemia. Un micropunta rojo que estaba por ahí le puso color a la exasperación. Entonces la lista fue tachada y el globo decorado con garabatos energúmenos. La lengua de camaleón fue jalada por algunas palabras de la anotación inicial que se escapaban del cerco de la cabeza.


miércoles, 5 de septiembre de 2012

O con esta otra ciudad...


O con esta otra ciudad inspirada en una que recientemente volví a visitar, en la que sus habitantes no saben si lanzarse a la conquista del mar aprovechando la altura del barranco o girar día tras día en torno a la estatua de cajita musical de su parque principal. El barranco... pasé mucho tiempo mirando despegar del borde del barranco a los parapentes cargados de un tripulante experto y un arriesgado primerizo, imaginando cómo se vería todo desde arriba y sintiendo que se me aguaba el intestino. El ojo volador de este matacho trata de sanar la vergüenza de semejante susto. 



martes, 28 de agosto de 2012


Y en una cocina las bombillas atraen las polillas, las legumbres tiemblan ante el cuchillo ganoso, el mesón se presta y los convidados miramos... Primero se prendieron las bombillas que atrajeron las polillas y quedó un gran espacio abajo. Entonces el mesón se empotró en la pared y fueron llegando las legumbres que atrajeron al cuchillo. Por último, la pared recibió sus baldosas, que juntaron con sus hilos las dos partes.  


domingo, 26 de agosto de 2012


Donde una ciudadana sin afanes puso esta estrella en modo estatua en el patio de su casa con una banquita al frente y los vecinos y no tan vecinos la visitan y piden sus deseos para un mundo mejor con despacio, al sabor de un tinto o un ron. Primero fue la estrella, luego el pedestal que la dejó quieta para poder pensar el deseo con calma, finalmente apareció la ciudadana de la idea.


sábado, 25 de agosto de 2012


Donde el equipo de mi amigo Betacho hizo un casi gol que le alegró el corazón y me demoré una eternidad haciendo pasticos. 




jueves, 23 de agosto de 2012


Donde la lluvia, el sol, la luna y las estrellas todas, han desteñido sin vencer la feliz camisa azul. Primero fue la camisa, rezago de la preparación de un taller donde el collage fue la técnica escogida. Luego vinieron los cuerpos celestes y los fenómenos atmosféricos que tienen que ver con el paso del tiempo... 


O con esta otra ciudad


O con esta otra ciudad que contenta ve llover y parece una nena saliendo de la piscina con traje de baño de colorines. (Primero fue el gordo nubarrón, luego cayeron los goterones y entonces la ciudad contenta a punta de plumones)



miércoles, 22 de agosto de 2012


Y encantado con esta ciudad cuyo templo tiene cúpulas de mujer y un elegido que resulta ser todo hombre enamorado que la habita o la visita