domingo, 13 de diciembre de 2015




Olor a petricor

En alguna de esas selecciones colectivas de las palabras más bonitas del idioma apareció esta que no conocía o había olvidado y estuve en completo desacuerdo, me parece más bien fea; sin embargo, lo que nombra sí que me gusta y cuando apareció la palabra y la Mona la compartió conmigo yo estaba dibujando un jardín y la palabra simplemente se encajó en el matacho. Y bueno, lo otro fue escribir por encargo y cargado y colorear por raticos.

Dice la Wikipedia: Petricor es el nombre que recibe el olor que produce la lluvia al caer sobre suelos secos. El nombre se deriva de la unión de dos palabras griegas: petros, que significa piedra, e ikhôr, palabra con la que se denominaba al líquido que fluía por las venas de los dioses en la mitología griega. Se define como "el distintivo aroma que acompaña a la primera lluvia tras un largo período de sequía".


domingo, 29 de noviembre de 2015



La maja de la gata

En medio de una teleconferencia una compañera mencionó como sin querer que bonito sería que le hiciera un retrato y claro que me negué por su seguridad y autoestima, pero inmediatamente surgió en mi cabeza la composición de la maja de la gata y luego saltó a la Moleskine de tapas moradas y bueno... hice lo mejor que pude.


martes, 10 de noviembre de 2015



Procesión de monjes alienígenas ante el milagro de la flor.

Primero aparecieron unos tallos con ojos. Como quedó un espacio a la izquierda, apareció la flor. Después salieron las estrellas. Entonces los tallos con ojos se convirtieron en seres alienígenas y configuraron la procesión, pero les faltaba algo de reverencia, así que se tomaron las manos al frente con los dedos entrelazados. Al final del cuento, quedaron parecidos a los alienígenas de El quinto elemento, una de mis películas favoritas (!Oh Milla Jovovich!)

miércoles, 4 de noviembre de 2015



Un matacho sobre la Melancolía de la Resistencia, una novela de Krasznahorkai que no he leído. No recuerdo muy bien cómo supe de ella. Tal vez le dieron un premio al autor de apellido impronunciable para mí y reseñaron sus obras en algún lugar y me llamó la atención esta. Un crítico dijo que en ella las frases eran como esas motas de mugre que se arman bajo las camas con los pelos de uno y sus mascotas y que van recogiendo cosas: puntas de lápices, papelitos, uñas cortadas. Eso me hizo ilusión. Luego vi las primera escena de una película basada en la novela, Werckmeister Harmonies, la escena de la inmortalidad, donde un alucinado por los cielos explica en un bar a otros contertulios cómo funciona el sistema solar poniéndolos a danzar. Cuando sale del bar ve el enorme contenedor donde viene el circo con la ballena disecada en la que habita el enano hermafrodita que moviliza una turbamulta destructora. Todos esos fragmentos se convirtieron en este matacho en el que he degustado la novela sin probarla. Ahora tengo cierto miedo de hacerlo y desilusionarme. Ya les contaré. La contracarátula dice lo siguiente:  

Tragicómica y melancólica, esta novela nos presenta un mundo plúmbeo y totalitario, dominado por fuerzas ciegas e impersonales. Un escenario humano desolador en el que la inteligencia es anulada por la fuerza bruta y la violencia, y en el que el caos arrastra irremediablemente a unos personajes que, entre el conformismo y la insignificancia, no aciertan a crear un orden nuevo menos cruel y menos gris. El estallido de violencia no alcanza siquiera el rango de revolución y la vida transcurre, en esta pequeña y anónima ciudad húngara, sumida en una atmósfera de terror y amarga ironía. Melancolía de la resistencia es una obra maestra del humor negro.







domingo, 27 de septiembre de 2015


Esta pandilla apareció temblorosamente en mi libreta de apuntes una tarde de regreso en la flota para Mirapalcielo. Eran como fotos de cédula. Al pasarlos a la libreta de los matachos, adquirieron esa pinta de bustos de próceres convertidos  en mesitas de noche, al decir de mi hijo Lorenzo, y sobre sus cabezas fueron coagulando sus estandartes. Como no sé mayor cosa acerca de quiénes son, les propongo que me ayuden a nombrarlos y a construir sus biografías. Ahí les dejo ese trompo en la uña.   


domingo, 30 de agosto de 2015


En la vastedad del tiempo del universo que se mide en millones de años, el encuentro gozoso de los amantes: las fugaces estelas paralelas de dos luciérnagas que bailan una frente a la otra.



lunes, 17 de agosto de 2015


Enredijo de lenguas

Seguro surgió en alguna de las reuniones de trabajo de por estos días. Con frecuencia, recién entrado a un tema, todo es un entredijo y las gentes hablan en lenguas extrañas.


sábado, 8 de agosto de 2015



La serpiente primordial, empachada de pueblos, busca lugares dónde escupirlos.

Primero fue la serpiente y luego aparecieron las personitas que jalaron el recuerdo de la leyenda del origen de tres pueblos que me contaron cuando hace años estuve por el sur ayudando a hacer proyectos de radios indígenas. Me contaron que una gran serpiente vino del sur por el filo escarpado de los Andes trayendo en su panza larga las gentes de tres pueblos: los Pastos, los Quillacingas y los Awá. A cada pueblo lo escupió en un cierto sitio y esto explica porqué están donde están: en el nudo montañoso, en la vertiente del Amazonas, en la vertiente del Pacífico... 



miércoles, 1 de julio de 2015



De todos los relatos recientemente leídos o releídos en los tres cortazarianos tomos que atosigan mi mesa de noche desde casi el inicio del año, este de Las fases de Severo fue el que acabó por establecerse entre mis circunvoluciones y anfractuosidades para emerger en la libreta con su inquietante y desparpajada alusión a la muerte firmemente instalada en nuestra vidas.











lunes, 15 de junio de 2015



El muchacho saca a pasear la nube para dar de beber a sus amigos los árboles. Atardece y pronto el cielo descansará del sol.

Hubo unos días secos en Mirapalcielo y saltó entre la polvareda este matacho más bien urbano.





domingo, 31 de mayo de 2015



El árbol de las flores diversas.

Una idea optimista, hasta políticamente correcta, trazada y coloreada por estos días en los que el persistente gusano de la malparidez me come el coco, rondando mis anfractuosidades, es decir, los surcos que demarcan mis circunvoluciones, es decir... Que por eso la demora.



domingo, 17 de mayo de 2015


Es una cajita insignificante de cartón, pequeña, babiecas, ajada por el uso. La tapa ensambla con dificultad en la base; por lo mismo, babiecas. Trato de proteger su contenido de la curiosidad de la gente. Todo el mundo quiere mirar adentro, incluso yo pienso en sacar tiempo para satisfacer la curiosidad. La cajita suena como si contuviera piezas pequeñas, algunas metálicas. Tengo el pálpito de que no voy a encontrar nada que valga la pena, puros ripios del tiempo: una tuerca sin tornillo, un borrador mordisqueado, tres puntas de lápices de color, dos clips... pero es mi cajita de tesoros.

Un sueño de hace años, que recuerdo muy seguido, especialmente al comienzo de los emprendimientos comunicativos en los que me ocupo, cuando el cliente o la clienta me mira como si yo supiera.


jueves, 14 de mayo de 2015


Tres gatas negras muy despiertas y muchas gentes ventaneando en el barrio Las Lindas. Arriba se supone la luna en la alta noche. Abajo, la incertidumbre o la mera curiosidad. 

A partir de un apunte hecho en Quibdó.


sábado, 2 de mayo de 2015



En la época en que aún era Jota, es decir, en que aún usaba el apodo familiar, llegó a mis manos 62 / Modelo para armar (tal como lo atestigua la firma en la guarda del libro) y 
teniendo muy reciente la alucinación que fue leer Rayuela, lo abordé con la ilusión de continuar deambulando en el mundo de Horacio, la Maga, el Club de la Serpiente, Traveler y Talita. Sin embargo, pronto el sabor y la textura de la lectura del nuevo libro fueron distintos y en alguna página indeterminada el libro me sacó y quedó en la categoría de "tenidos, pero no leídos". Este año recibí la trilogía de los cuentos completos de Cortázar y volver al autor más querido de mi juventud sacó de nuevo a flote el viejo libro desde algún anaquel de mi escuálida y desordenada biblioteca. Decidí entonces emprender la aventura de leerlo de principio a fin casi 33 años después y deambulé por sus páginas buscando asideros junto a sus personajes, les acompañé por los sombríos escenarios de la ciudad que es todas las ciudades, me reí con las ocurrencias de Calac y Polanco, me quedé sin saber a ciencia cierta qué era lo ominoso escondido en las muñecas, etc. Lo leí hasta el punto final haciendo uso de cierta disciplina de lector de textos imposibles que he ganado con los años y el oficio, pero volví a sentir que era como Rayuela, pero sin el encanto. Igual pinté en su guarda un matacho sobre la ciudad que es todas las ciudades para dejar constancia de mi paso por él.




domingo, 19 de abril de 2015

Es poderosamente atractiva y la rodea una nube de insectos que vienen a libarla.

Dice el diccionario de la RAE: Libar: 1. Chupar suavemente el jugo de una cosa. Se dice especialmente de las abejas. 2. Hacer la libación para el sacrificio. 3. Hacer sacrificios u ofrendas a la divinidad. 4. Probar o gustar un licor. Digo yo: Todas las anteriores.


domingo, 12 de abril de 2015


Aguacero camino al aeropuerto. Atrapadas en sus cajas rodantes con agujeros cubiertos con cristales, las gentes se miran unas a otras y vaga, borrosamente, descubren cosas propias y ajenas: sesgos del carácter, parecidos increíbles, tenues perversiones, estados de ánimo, intenciones imperiosas, esbozos del destino, etc.

Dibujado con mano temblorosa luego de 45 minutos de trancón en la 26, en una cafetería próxima a la remota oficina de Satena en El Dorado remodelado, después de haberme chequeado para viajar a Quibdó.    


miércoles, 8 de abril de 2015

La ventanilla del avión recorta un retazo de selva donde retozan los ojos. Antes, un río destrozado por las dragas. Después, ya en tierra, un platón lleno de lulos gigantes.

Apunte de un reciente viaje al Chocó para validar materiales educativos relacionados con el cuidado de las gentes, especialmente de las que empiezan a vivir, y del entorno. Por allá las gentes están descuidadas y la selva también.




sábado, 4 de abril de 2015



El explorador acaricia al diente de león, pero también lo puede estar encuellando. Caricia o gesto amenazante, el asunto es de hambre.

En la guarda del séptimo Cuaderno de Sueños que utilizo para tomar notas o hacer matachos. Un producto que desarrollé de manera conjunta con el Taller Creativo de Aleida en 2009, del cual conservo algunos ejemplares y una deuda de crédito con Supersonabonita, quien me ilustró en el tema de la captura de los sueños con un cursillo personalizado, a partir del cual escribí la nota introductoria del cuaderno que empieza así:

"La luna y el sol. La noche y el día. El sueño y la vigilia. Y este cuaderno como sostén de una enredadera para pasar cosas de un lado al otro, para enriquecer este lado de la vida en el que al parecer nos hallamos despiertos."