domingo, 29 de noviembre de 2015



La maja de la gata

En medio de una teleconferencia una compañera mencionó como sin querer que bonito sería que le hiciera un retrato y claro que me negué por su seguridad y autoestima, pero inmediatamente surgió en mi cabeza la composición de la maja de la gata y luego saltó a la Moleskine de tapas moradas y bueno... hice lo mejor que pude.


martes, 10 de noviembre de 2015



Procesión de monjes alienígenas ante el milagro de la flor.

Primero aparecieron unos tallos con ojos. Como quedó un espacio a la izquierda, apareció la flor. Después salieron las estrellas. Entonces los tallos con ojos se convirtieron en seres alienígenas y configuraron la procesión, pero les faltaba algo de reverencia, así que se tomaron las manos al frente con los dedos entrelazados. Al final del cuento, quedaron parecidos a los alienígenas de El quinto elemento, una de mis películas favoritas (!Oh Milla Jovovich!)

miércoles, 4 de noviembre de 2015



Un matacho sobre la Melancolía de la Resistencia, una novela de Krasznahorkai que no he leído. No recuerdo muy bien cómo supe de ella. Tal vez le dieron un premio al autor de apellido impronunciable para mí y reseñaron sus obras en algún lugar y me llamó la atención esta. Un crítico dijo que en ella las frases eran como esas motas de mugre que se arman bajo las camas con los pelos de uno y sus mascotas y que van recogiendo cosas: puntas de lápices, papelitos, uñas cortadas. Eso me hizo ilusión. Luego vi las primera escena de una película basada en la novela, Werckmeister Harmonies, la escena de la inmortalidad, donde un alucinado por los cielos explica en un bar a otros contertulios cómo funciona el sistema solar poniéndolos a danzar. Cuando sale del bar ve el enorme contenedor donde viene el circo con la ballena disecada en la que habita el enano hermafrodita que moviliza una turbamulta destructora. Todos esos fragmentos se convirtieron en este matacho en el que he degustado la novela sin probarla. Ahora tengo cierto miedo de hacerlo y desilusionarme. Ya les contaré. La contracarátula dice lo siguiente:  

Tragicómica y melancólica, esta novela nos presenta un mundo plúmbeo y totalitario, dominado por fuerzas ciegas e impersonales. Un escenario humano desolador en el que la inteligencia es anulada por la fuerza bruta y la violencia, y en el que el caos arrastra irremediablemente a unos personajes que, entre el conformismo y la insignificancia, no aciertan a crear un orden nuevo menos cruel y menos gris. El estallido de violencia no alcanza siquiera el rango de revolución y la vida transcurre, en esta pequeña y anónima ciudad húngara, sumida en una atmósfera de terror y amarga ironía. Melancolía de la resistencia es una obra maestra del humor negro.