miércoles, 21 de diciembre de 2016

Cayó del cielo y se sumergió en la alfombra. Sacudí y aspiré, nada. No la he vuelto a ver. Si la ven, pregúntenle dónde consiguió la media.



martes, 22 de noviembre de 2016

 Instrumento de cuerda para la observación del mundo interior (entresijo) cuando se está en el espacio exterior.

Me recuerda el reloj de mi papá, por aquello de la cuerda


martes, 1 de noviembre de 2016

La sesera del escribano matachín se ha preñado con la historieta del perricornio volador. Piensa que será así: sale de su cabeza por una oreja, sobrevuela la ciudad fría y fisgonea la ventana donde la coleccionista de láminas abre tres frascos llenos de perfumadas y aladas palabras que se le clavan en el entresijo. Después cobra altura lentamente, trazando círculos en la columna de aire caliente que emana de los templos que venera. Luego sale de la ciudad y planea rasante sobre el campo de alfalfa donde apareció sorbido hasta los huesos el hombre que fue abducido por la flor golosa. Más lueguito para en la rosaleda y se alimenta masticando concienzudamente los pétalos como si los acariciara. Con la panza llena, emprende el largo vuelo hasta el lugar pacífico al borde del océano ídem, que más que un lugar geográfico es un remanso del espíritu festivo, donde tiene cita con Liz-Boa y se entrega a su estrecho abrazo que le hace crujir los huesos. Queda renovado... ¿Y después qué? El escribano matachín no sabe... además hay que dibujar mucho... o recortar y pegar... en fin.
   

lunes, 31 de octubre de 2016

sábado, 29 de octubre de 2016


El poeta escucha los versos que la estrella distante le dicta con su taconeo.

El primer trazo fue el del pelo y me vino a la mente la melena de Bolaño. Después fueron las gafitas para completar el parecido hasta donde alcanzan mis precarias artes como dibujante "del natural", pues más bien soy dibujante "de la punta del lápiz" (trato de descifrar lo que quiere dibujar el lápiz). Y después el lápiz me planteó la estrella entaconada y me invadió la emoción pues tal vez sea llegada la hora de leer Estrella distante del mismísimo Bolaño. ¿Alguien tiene el libro y está dispuesto/a a prestármelo y perderlo?  



viernes, 14 de octubre de 2016


 Tallo o rama con flores extremadamente felices.

Quizás porque estoy particularmente bajo de nota.


martes, 4 de octubre de 2016

 Bandola de abejas con lenguas largas y golosas se disponen a saborear flores jugosas y dispuestas. Feliz encuentro en mi libreta.  

Dibujo para sobrellevar tiempos oscuros, marcados por el reposicionamiento en la escena del innombrable y su séquito retardatario. 




lunes, 1 de agosto de 2016

Jardín con cielo toldado y tallos con espirales.

Floreció con muchas espirales en esta doble página de la libreta roja, que tiene menos ataduras que la libreta morada. 


viernes, 29 de julio de 2016

miércoles, 15 de junio de 2016


Y la Luna, llena ella, reparando en el árbol, el pájaro, el gato, las muchachas y el jardín florecido, evoluciona por el cielo y jala las mareas, la savia de las plantas, el deseo de los animales, rasguña el cielo oscuro y opaca las estrellas menos una, mientras corteja la Tierra.
 (Esta historia empezó hace tres entradas y todavía no sé si continuará)




miércoles, 8 de junio de 2016


Ante el espejo, de espaldas a la ventana, sin reparar en el gato o el pájaro, la mujer luminosa vestida con aretes anticipa la visita de su amada, anticipa el sabor de las pataconas con hogao que van a comer mientras se comen a besos como si fueran golosas y jugosas pataconas con hogao enamoradas.
 (Esta historia empezó hace dos entradas y continuará)


martes, 17 de mayo de 2016


En equilibrio sobre la barandilla del balcón, el gato de manto de pepas acecha las flores que es como decir que acecha al colibrí. Anticipa su extático vuelo verde tornasolado y su corazón desbocado entre sus fauces. Entre tanto, mira a la mujer sin reparar en el pájaro con penacho de 5 plumas. (Esta historia viene de la entrada anterior y continuará)



jueves, 12 de mayo de 2016


















Desde el árbol de hojas suculentas el pájaro con penacho de 5 plumas ve pasar la mañana mientras espera que le dé hambre para ir por una lombriz. Saborea con anticipación el momento en que esta se le enroscará en el pico para tratar de salvarse. Entre tanto, mira al gato. (Esta historia continuará)


jueves, 28 de abril de 2016



En esta dirección podrán ver de corrido la historieta sobre la flor golosa y el hombre de los ojos desorbitados que he publicado en las seis entradas anteriores














domingo, 24 de abril de 2016


El hombre en los puros huesos, con sonrisa desfigurada a besos, estrellas peregrinas en las manos, ojos clavados en el entresijo y zapatos de nefelibata, fue trasladado a un sanatorio. Ante semejante enigma irresoluto la jefa de detectives quedó muy inquieta en mitad del campo de alfalfa hasta que, poco a poco, una brillante idea burocrática fue alzando vuelo en mitad de su turbante: trasladar el caso a la Unidad de Víctimas Especiales. Así recobró la calma. Ordenó a sus subalternos organizar la breve indagación en una carpeta que por el camino se extravió.  
(Esta historia empezó hace cinco entradas y aquí termina. Fin)


jueves, 21 de abril de 2016

El cuerpo del hombre abducido apareció regurgitado en un campo de alfalfa al sur del bosque del templo, lejos del recorrido del veedron. Lo delató un penetrante olor a mieles marchitas. Muerto no estaba, pero sí felizmente catatónico, en los meros huesos, sorbido hasta el tuétano. Tenía los ojos clavados en su entresijo, léase "mundo interior". La boca desfigurada a besos trazaba un singular sonrisa. Las manos convertidas en estrellas peregrinas. Largo de tronco y corto de piernas, rígido, como si no hubiese regresado de un inconcebible estiramiento. En ropa interior y con unos zapatos prestados o robados, grandes y nuevos, como para andar entre nubes. Los detectives perdieron su tiempo haciéndole preguntas. 
(Esta historia empezó hace cuatro entradas y continuará)



lunes, 18 de abril de 2016









Entonces la tecnología fue convocada para ayudar en la investigación. Mientras sorbían bebidas frías en una tienda cercana, la jefa de detectives ordenó que el veedron sobrevolara el área en busca del hombre de los ojos desorbitados, de cuya abducción nada sabía por no haber interrogado al gato de cinco patas. Igual, nada vio el veedron, pero el aire estuvo un buen rato enrarecido por los breves chirridos de su aleteo metálico.
(Esta historia empezó hace tres entradas y continuará)



martes, 5 de abril de 2016

 Puestos en el lugar de los hechos, largamente admiraron los detectives las cúpulas del templo cercano, distraídos como turistas. Se les escapó del todo que las sombrillas se desplegaron sobre las puntas de las cúpulas de manera simultánea a la abducción del hombre de ojos desorbitados, de la cual fue testigo el gato de cinco patas.
(Esta historia empezó hace dos entradas y continuará)