lunes, 29 de febrero de 2016

jueves, 11 de febrero de 2016


De nuevo el perricornio alado sobrevuela una ciudad, esta vez de edificaciones bajas. Va ataviado de carnaval, con collar y turbante (desatado por el viento), y el pelambre teñido de rosa. La ciudadanía no lo ve porque las antenas en lo alto de los cerros la mantienen cabizbaja, concentrada en las pantallas de su dispositivos móviles.